Un estudio descubrió que trabajar 55 horas por semana o más se vincula a un riesgo de accidente cerebro-vascular (ACV) 33% mayor que trabajar la cantidad estándar de 35 a 40 horas. También aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 13%, según el trabajo que se realizó en University College London (UCL), el centro de investigaciones que forma parte de la University of London.
"No esperábamos encontrar ninguna asociación fuerte. Por eso fue sorprendente descubrir que el vínculo entre jornadas laborales extensas y ACV es más fuerte aún que el de la diabetes de tipo 2 y la enfermedad coronaria", dijo a Infobae uno de los autores del trabajo, el profesor Mika Kivimäki, del Departamento de Epidemiología y Salud Pública de UCL. "Ya habíamos estudiado el estrés laboral y las jornadas laborales extensas como factores de riesgo para la diabetes y la enfermedad coronaria. Ahora queríamos expandir nuestra investigación a otros órganos, incluido el cerebro".
The Lancet publicó los resultados de la investigación, que es la más amplia hasta el momento en este campo. Incluye veinticinco estudios de veinticuatro grupos de análisis en Europa, los Estados Unidos y Australia, que con ajustes por edad, sexo y estado socioeconómico presentaron una variación entre los que trabajaban 35 a 40 horas por semana y los que trabajaban más de 55, con una incidencia mayor en el grupo que realiza largas jornadas laborales. Esta cifra se mantuvo estable más allá de las conductas que pueden coadyuvar a esos problemas, como la falta de actividad física o la ingesta excesiva de alcohol.
Según el doctor Kivimäki, todavía se ignoran las razones exactas que subyacen al fenómeno, pero hay algunas pistas posibles. "Una opción son los efectos físicos adversos del estrés, y el estrés es más común entre los individuos que trabajan muchas horas en comparación con aquellos que trabajan una cantidad de tiempo estándar".
Otra posibilidad, agregó, es el sedentarismo: "La proporción de trabajos sedentarios está en aumento, y aquellos que cumplen jornadas laborales extensas están obviamente más expuestos a ese sedentarismo. Todavía queda abierta la pregunta de si esto afecta de manera adversa la salud cardiovascular".
El estrés, sospechoso principal
-¿Qué papel juega el estrés?
- Es uno de los mecanismos potenciales subyacentes en la asociación entre jornada laboral extensa y ACV. La gente suele pensar que el estrés se vincula únicamente a una suba en la presión sanguínea o al ritmo cardíaco acelerado, pero también se lo puede vincular a otros factores de riesgo para el ACV, como las arritmias. Hasta el momento no hay estudios sobre la jornada laboral extensa y las arritmias cardíacas.
Esa podría ser la clave por la cual el riesgo es más alto (33%) para el ACV que para la enfermedad coronaria (13%); el grupo de trabajo del epidemiólogo Kivimäki está investigando esa posibilidad, ya que "las arritmias son un factor de riesgo más importante para el ACV que para la enfermedad coronaria", según distinguió.
La muerte súbita por exceso de trabajo se da, muchas veces, bajo la forma de ACV, y se cree que es el resultado del desencadenamiento repetido de la respuesta al estrés, recordó el estudio. También la falta de actividad física es otro factor vinculante, y las personas que trabajan muchas horas están más expuestas a pasar largos períodos sentadas. También el consumo excesivo de alcohol, que es un factor de riesgo en todos los ACV, puede contribuir, ya que las personas que trabajan muchas horas parecen ligeramente más inclinadas a beber riesgosamente que las que trabajan 35 a 40 horas. El estudio también alerta que las personas que cumplen jornadas laborales extensas tienden a ignorar los síntomas de enfermedades.
-¿A qué se debe eso, y qué consecuencias tiene?
-A veces las enfermedades cardiovasculares son bastante asintomáticas. Y a veces la gente que tiene síntomas no los asocia con ellas.
-La amplitud del estudio permite encontrar que este aumento de riesgo de ACV asociado a la jornada laboral extensa se da con independencia del género y de la geografía. ¿Qué implicancia tiene este hallazgo en el ámbito de trabajo y en la salud pública?
-Tenemos que ser cuidadosos al sacar conclusiones, dado que no hay prueba basada en estudios experimentales. Las acciones basadas en pruebas para reducir el riesgo de ACV incluyen un mejor control de la presión sanguínea, una disminución del tabaquismo, una dieta saludable, un aumento de la actividad física y un peso saludable. Estas acciones también se aplican a la gente que trabaja muchas horas. Tendrían que poner especial cuidado en mantener un estilo de vida saludable.
Algunos experimentos, agregó el investigador de UCL, han probado la efectividad de programas de bienestar en el empleo para reducir el riesgo cardiovascular entre los trabajadores. "En la actualidad, la American Heart Association está en campaña para incrementar la implementación de esos programas", agregó. "A la luz de nuestros hallazgos, esto parece particularmente importante en organizaciones con una cultura de jornadas laborales extensas".
Fuente: Infobae
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