Si algo nos enseñó Michael Douglas en la película Un día de furia, es que estar enojado no sólo te pone de mal humor; sino que también cambia nuestra perspectiva del mundo, de una manera que te podés volver peligroso para vos y los demás.
Por eso, Linda Melone, del sitio Health.com, ofrece unos consejos sobre cómo comportarte en esos momentos en el que le
querés romper la cara a alguien:1) No te acuestes enojado
Irse a dormir enojado puede reforzar o preservar emociones negativas. Un estudio del Journal of Neuroscience descubrió que dormir intensifica los recuerdos, en especial los emocionales. "Estamos aprendiendo que dormir nos ayuda a procesar y consolidar la información que adquirimos mientras estamos despiertos", dice Allen Towfigh, doctor y neorólogo neoyorkino, especialista en el sueño.
2) No manejes
Conducir un auto o, para el caso, cualquier vehículo estando enojado puede ser peligroso. Estudios sobre la ira de la carretera afirman que un conductor enojado es más proclive a realizar maniobras riesgosas. "Cuando estás enojado estás listo para atacar, entonces no es buena idea subirse a un auto", afirma David Narang, piscólogo de California. "Además, la ira produce que la persona le ocurra un fenómeno que se conoce como ’visión de tunel’ —continúa Narang—, que significa que el individuo sólo puede focalizar su vista directamente hacia adelante, perdiendo la visión periférica".
3) No te descargues
Es obvio que pegarle a la pared y romperte un nudillo no es buena idea, ya que probablemente contribuya a tu enojo más que disminuirlo. Pero tampoco es recomendable pegarle a almohadones: una investigación descubrió que exteriorizar la ira no sólo aumenta el enojo, sino que hace que el comportamiento violento sea más probable en el futuro.
4) No comas
Muchas personas suelen canalizar emociones a través de la comida, por lo que este es un punto tan difícil como necesario. Según la doctora Kathy Gruver, "una persona enojada toma decisiones poco saludables con respecto a la comida". Y es cierto, ya que en un momento de ira es obvio que vas a ir por un chocolate y no una zanahoria. Además, un estado de alteración emocional nos pone "en alerta", y el cuerpo interpreta que estamos en peligro. De esa manera, la digestión se vuelve una actividad secundaria ante la "emergencia" y no funciona como debería. ¿Qué puede ocasionar esto? Diarrea o constipación.
5) No discutas
Si estás enojado y estás conversando o discutiendo con alguien, es muy probable que digas algo de lo que después te vayas a arrepentir. Christine M. Allen, doctor en psicología, es tajante: "Si podés, vas a decir cosas hirientes de las que te vas a arrepentir cuando sea tarde. Así que lo mejor es pedir un tiempo para volver a la conversación en otro estado emocional". Si te toma 10 minutos o 10 días, es indistinto: lo importante es calmarnos para volver a la racionalidad.
6) No lo publiques en Facebook
En la era de las redes sociales, es importante no publicar nada de lo que después podamos arrepentirnos en esos momentos en que estamos fuera de eje.
7) No mandes mails
Es la misma línea argumental que el punto anterior. En lugar de mandar un mail, escribí un archivo Word para mandar al día siguiente, cuando vas a estar en mejores condiciones para evaluar si conviene hacerlo o no, y en qué términos.
8) No tomes alcohol
El alcohol es para disfrutar y divertirse, no para ahogar penas y enojos. Según Narang, "el alcohol hace más probable que actúes ese enojo, porque disminuye nuestra capacidad para controlar los impulsos". El alcohol reduce las inhibiciones actuando sobre los lóbulos frontales del cerebro, que son los encargados de prevenir que hagamos cosas impulsivamente.
9) No descuides tu presión arterial
La European Heart Journal demostró que el riesgo de sufrir un infarto o un ACV aumenta en las dos horas posteriores a un ataque de ira. ¿Cuánto aumenta el riesgo? Mucho: cinco veces más para el infarto y tres veces más en el caso de ACV. "Si tenés presión alta, lo más inteligente que podés hacer si está enojado es chequearla", recomienda el doctor y autor Bradley Bale.
10) No rumies el enojo
Se entiende por rumiar al pensar obsesivamente sobre cómo alguien te hirió o fue injusto con vos. Está claro que eso no resolverá nada, dice Allen, y ofrece un último consejo para los casos en que el enojado sea otra persona: "Podés calmarlo pero para eso necesitás estar calmado vos. Empezá hablando en la misma sintonía que tu interlocutor, y de a poco andá bajando la intensidad. Eso lo tranquilizará".
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