En nuestro país se producen por año alrededor de 130.000 accidentes cerebrovasculares, más conocidos como ACV. Ello significa que, cada cuatro minutos, un argentino sufre esta grave enfermedad que mata a un tercio de los afectados y deja secuelas de alguna discapacidad en 9 de cada 10 casos.
Los expertos consultados por LA NACION coinciden: reconocer un ACV en el momento que
ocurre es fundamental para poder acudir de inmediato a un centro médico donde el paciente pueda recibir el tratamiento adecuado a tiempo.Hoy, en el Día Mundial del Accidente Cerebro Vascular (ACV), se reafirma la importancia de tomar conciencia de que esta afección es, en la mayoría de los casos, una situación prevenible. Y una vez que ocurre, el actuar rápido por parte de un especialista disminuye notoriamente las consecuencias discapacitantes.
"Es muy importante que estemos bien informados para actuar rápidamente y tener la posibilidad de resolver el cuadro o atenuar sus consecuencias. Ante la sospecha de un ACV toda celeridad es poca porque el tiempo es cerebro", explicó el doctor Francisco Klein, codirector del Centro ACV de la Fundación Favaloro.
Y agregó: "Frente a cualquier manifestación que sugiera un ACV hay que concurrir de inmediato a un hospital, donde luego de un rápido examen neurológico se realizará una tomografía computada o una resonancia magnética. Uno de los datos más importantes es que desde la aparición del primer síntoma de un probable ACV hasta la iniciación del tratamiento en el centro de emergencias no deben pasar idealmente más de 3 horas, como máximo hasta 4 horas y media".
¿Cuándo ocurre un ACV?
"Cuando la sangre que llega al cerebro no es suficiente, ya sea porque una arteria se tapa o bien se rompe, ocurre un ataque cerebral. Así, cuando la natural circulación sanguínea al cerebro se interrumpe o se ve disminuida, comienza la aparición repentina de síntomas neurológicos que pueden generar cuadros de parálisis de miembros o trastornos en el habla, entre otros", explicó a LA NACION el doctor Gabriel Persi, especialista del Área de Neurología Vascular del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba).
La incidencia del sobrepeso y obesidad se encuentra en el 37,1% y el 20,8% respectivamente; el tabaquismo, por su parte, está presente en el 25,1% de la población y la hipertensión arterial, en el 34,1%. La prevalencia de colesterol elevado es del 29,8% y, de todos estos factores, sólo el tabaquismo presentó una discreta reducción respecto a la encuesta anterior de 2009.
También, los resultados preliminares del estudio Interstroke, presentado por primera vez en el Congreso Mundial de Cardiología 2014 de la Federación Mundial del Corazón, informaron nuevos datos para reflexionar: el 90 % de los ACV se encuentra asociado a los 10 principales factores de riesgo:
La hipertensión arterial es el factor de riesgo más frecuente y está presente en casi el 80 % de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina
La dislipemia o colesterol elevado aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, entre ellas, las que llegan al cerebro
El tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir un ataque cerebral entre un 50% y un 70%, mientras que el impacto es mayor en las mujeres
El sedentarismo o inactividad física y la obesidad abdominal aumentan el riesgo de padecerlo
Las causas cardíacas (tromboembólicas), entre las cuales la principal es la arritmia o fibrilación auricular la que quintuplica el riesgo de padecer un ACV
El consumo excesivo de sal aumenta el riesgo de ACV, por lo que la dieta debería considerar bajo contenido de sodio, adecuada cantidad de frutas y verduras, carnes magras y pescado e, idealmente, la menor cantidad posible de alimentos procesados
El consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales
El control de la diabetes es esencial, dado que en nuestro país el 22% de los pacientes que sufre un ataque cerebral es diabético
Estrés y depresión, en la mira
Además de los factores de riesgo tradicionales, en los últimos años, diversos estudios pusieron de manifiesto algunas vinculaciones de la enfermedad cerebrovascular que no estaban claramente demostradas: el estrés y la depresión duplican el riesgo de sufrir un ACV. ¿Cuál sería el mecanismo en este caso? "Por un lado, cuando uno está estresado o deprimido hace menos ejercicio, canaliza la angustia comiendo o fumando y la falta de deporte potencia el estrés porque no hay forma de canalizar la energía", afirmó Grynberg.
Y agregó: "Por otro lado, el estrés actúa aumentando la liberación de corticoides y adrenalina que produce el propio organismo y el único modo de contrarrestarlo es usando técnicas para poner las cosas en perspectiva, darse cuenta de qué es realmente importante y qué no lo es, hacer relajación, meditación, respirar y encontrar actividades placenteras a través de las cuales canalizar el exceso de energía".
Síntomas y tratamiento
Hoy, estudios médicos demuestran que a través de la prevención podría evitarse el desenlace de un ACV. Según el director médico de ALPI, doctor Lucio Serra, especialista en neurología, "lo primero que se toma en cuenta es el perfil de cada paciente para saber cuáles son sus factores de riesgo. Después es fundamental cuidarse y hacer actividad física, una dieta adecuada y controlar el peso".
Asimismo, habló de la importancia de realizarse los chequeos cardiovasculares: "En este momento hay unidades cardio-neurológicas que se están armando desde el punto de vista cardíaco y neurológico ya que la unidad del corazón y el cerebro están relacionados con los accidentes cerebrovasculares."
"Ante los síntomas principales: debilidad o falta de fuerza muscular, ceguera, adormecimiento de extremidades (hormigueos), dificultad en el habla, pérdida del equilibrio y desviación de la comisura labial, es importante reconocerlos para que pueda concurrir inmediatamente a un centro de atención o llamar prontamente a un sistemas de emergencias para ser estudiado rápidamente y cumplir con todos los procedimientos necesarios. Al sufrir de un ACV se hace un diagnóstico, en tanto sea un hematoma importante que pueda ir progresando o una arteria que está obstruida, que se puede desobstruir con anticoagulantes", agregó Serra.
Y concluyó: "Frente a un ACV la clave es comenzar el proceso de rehabilitación de forma temprana para evitar secuelas de los trastornos tardíos. En los casos agudos, se trata con medicamentos, para frenar todas las complicaciones que pueda presentar el paciente. Finalizada esta etapa hay que seguir el tratamiento kinesiológico, asociado a otros cuidados que ayudan a evitar las infecciones, escaras, trastornos respiratorios, etc. Dependiendo de las necesidades del paciente, se trabaja con terapia física, fonoaudiología, terapia ocupacional, se brinda apoyo psicológico y si es necesario se provee equipo de ortesis, silla especial y férulas".
Actividades y charlas
La Asociación Argentina de Ataque Cerebral, FENERI, Clínica La Sagrada Familia junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentan hoy una nueva edición del Cerebro Gigante de 8 a 14 en la Plaza del Vaticano (en Cerrito y Viamonte, junto al Teatro Colón) y a partir de las 15 en Plaza Houssay (Av. Córdoba y Junín, frente a Facultad de Medicina). Se trata de una apuesta didáctica para aprender acerca del ACV. Se asignarán turnos para realizar de manera gratuita ecodoppler de las carótidas, un estudio que muestra cómo circula la sangre en las arterias que irrigan al cerebro. Además, habrá puestos de atención sanitaria para que los asistentes puedan controlar su presión arterial y aprendan a tomarse el pulso cardíaco.
Ineba brindará una charla abierta a la comunidad hoy jueves a las 18,30 en su centro de Guardia Vieja 4435, CABA. Especialistas explicarán que es un ACV, qué lo produce, sus señales de aviso, cómo actuar ante este tipo de situaciones y cómo prevenirlo, todo auspiciado por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA) y el Consejo de Stroke de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
La Fundación Favaloro hará demostraciones educativas en el hall del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro y en locales cercanos para aprender a reconocer un ACV. Será hoy de 9 a 12, en Av. Belgrano 1746, CABA.
El grupo Medihome realizará de 10 a 14 una entrega de folletos y globos en la Ciudad de La Plata (Calle 8 y 47), al mismo tiempo el 31 de octubre en el Rosedal de Palermo llevará a cabo una jornada en la cual participarán profesionales, médicos y enfermeras. El evento contará con una caravana de móviles, un stand para realización de un chequeo médico con el fin de detectar los principales factores de riesgo del ACV.
La incidencia del sobrepeso y obesidad se encuentra en el 37,1% y el 20,8% respectivamente; el tabaquismo, por su parte, está presente en el 25,1% de la población y la hipertensión arterial, en el 34,1%. La prevalencia de colesterol elevado es del 29,8% y, de todos estos factores, sólo el tabaquismo presentó una discreta reducción respecto a la encuesta anterior de 2009.
También, los resultados preliminares del estudio Interstroke, presentado por primera vez en el Congreso Mundial de Cardiología 2014 de la Federación Mundial del Corazón, informaron nuevos datos para reflexionar: el 90 % de los ACV se encuentra asociado a los 10 principales factores de riesgo:
La hipertensión arterial es el factor de riesgo más frecuente y está presente en casi el 80 % de los pacientes que sufren un ataque cerebral en la Argentina
La dislipemia o colesterol elevado aumenta el riesgo de que se tapen las arterias, entre ellas, las que llegan al cerebro
El tabaquismo aumenta el riesgo de sufrir un ataque cerebral entre un 50% y un 70%, mientras que el impacto es mayor en las mujeres
El sedentarismo o inactividad física y la obesidad abdominal aumentan el riesgo de padecerlo
Las causas cardíacas (tromboembólicas), entre las cuales la principal es la arritmia o fibrilación auricular la que quintuplica el riesgo de padecer un ACV
El consumo excesivo de sal aumenta el riesgo de ACV, por lo que la dieta debería considerar bajo contenido de sodio, adecuada cantidad de frutas y verduras, carnes magras y pescado e, idealmente, la menor cantidad posible de alimentos procesados
El consumo excesivo de alcohol tiene una estrecha relación con el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales
El control de la diabetes es esencial, dado que en nuestro país el 22% de los pacientes que sufre un ataque cerebral es diabético
Estrés y depresión, en la mira
Además de los factores de riesgo tradicionales, en los últimos años, diversos estudios pusieron de manifiesto algunas vinculaciones de la enfermedad cerebrovascular que no estaban claramente demostradas: el estrés y la depresión duplican el riesgo de sufrir un ACV. ¿Cuál sería el mecanismo en este caso? "Por un lado, cuando uno está estresado o deprimido hace menos ejercicio, canaliza la angustia comiendo o fumando y la falta de deporte potencia el estrés porque no hay forma de canalizar la energía", afirmó Grynberg.
Y agregó: "Por otro lado, el estrés actúa aumentando la liberación de corticoides y adrenalina que produce el propio organismo y el único modo de contrarrestarlo es usando técnicas para poner las cosas en perspectiva, darse cuenta de qué es realmente importante y qué no lo es, hacer relajación, meditación, respirar y encontrar actividades placenteras a través de las cuales canalizar el exceso de energía".
Síntomas y tratamiento
Hoy, estudios médicos demuestran que a través de la prevención podría evitarse el desenlace de un ACV. Según el director médico de ALPI, doctor Lucio Serra, especialista en neurología, "lo primero que se toma en cuenta es el perfil de cada paciente para saber cuáles son sus factores de riesgo. Después es fundamental cuidarse y hacer actividad física, una dieta adecuada y controlar el peso".
Asimismo, habló de la importancia de realizarse los chequeos cardiovasculares: "En este momento hay unidades cardio-neurológicas que se están armando desde el punto de vista cardíaco y neurológico ya que la unidad del corazón y el cerebro están relacionados con los accidentes cerebrovasculares."
"Ante los síntomas principales: debilidad o falta de fuerza muscular, ceguera, adormecimiento de extremidades (hormigueos), dificultad en el habla, pérdida del equilibrio y desviación de la comisura labial, es importante reconocerlos para que pueda concurrir inmediatamente a un centro de atención o llamar prontamente a un sistemas de emergencias para ser estudiado rápidamente y cumplir con todos los procedimientos necesarios. Al sufrir de un ACV se hace un diagnóstico, en tanto sea un hematoma importante que pueda ir progresando o una arteria que está obstruida, que se puede desobstruir con anticoagulantes", agregó Serra.
Y concluyó: "Frente a un ACV la clave es comenzar el proceso de rehabilitación de forma temprana para evitar secuelas de los trastornos tardíos. En los casos agudos, se trata con medicamentos, para frenar todas las complicaciones que pueda presentar el paciente. Finalizada esta etapa hay que seguir el tratamiento kinesiológico, asociado a otros cuidados que ayudan a evitar las infecciones, escaras, trastornos respiratorios, etc. Dependiendo de las necesidades del paciente, se trabaja con terapia física, fonoaudiología, terapia ocupacional, se brinda apoyo psicológico y si es necesario se provee equipo de ortesis, silla especial y férulas".
Actividades y charlas
La Asociación Argentina de Ataque Cerebral, FENERI, Clínica La Sagrada Familia junto al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires presentan hoy una nueva edición del Cerebro Gigante de 8 a 14 en la Plaza del Vaticano (en Cerrito y Viamonte, junto al Teatro Colón) y a partir de las 15 en Plaza Houssay (Av. Córdoba y Junín, frente a Facultad de Medicina). Se trata de una apuesta didáctica para aprender acerca del ACV. Se asignarán turnos para realizar de manera gratuita ecodoppler de las carótidas, un estudio que muestra cómo circula la sangre en las arterias que irrigan al cerebro. Además, habrá puestos de atención sanitaria para que los asistentes puedan controlar su presión arterial y aprendan a tomarse el pulso cardíaco.
Ineba brindará una charla abierta a la comunidad hoy jueves a las 18,30 en su centro de Guardia Vieja 4435, CABA. Especialistas explicarán que es un ACV, qué lo produce, sus señales de aviso, cómo actuar ante este tipo de situaciones y cómo prevenirlo, todo auspiciado por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA) y el Consejo de Stroke de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
La Fundación Favaloro hará demostraciones educativas en el hall del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro y en locales cercanos para aprender a reconocer un ACV. Será hoy de 9 a 12, en Av. Belgrano 1746, CABA.
El grupo Medihome realizará de 10 a 14 una entrega de folletos y globos en la Ciudad de La Plata (Calle 8 y 47), al mismo tiempo el 31 de octubre en el Rosedal de Palermo llevará a cabo una jornada en la cual participarán profesionales, médicos y enfermeras. El evento contará con una caravana de móviles, un stand para realización de un chequeo médico con el fin de detectar los principales factores de riesgo del ACV.
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