Dormir bien y descansar es muy importante para la salud, pero el ritmo acelerado en que vivimos no contribuye a la hora de equilibrar el sueño con el estrés. En pos de disminuir el cansancio se recurre a ciertas prácticas erróneas que en lugar de favorecer el descanso lo dificultan.
Según The Sleep Matters Club, un sitio británico que recopila información sobre el sueño, el 50%
de las personas tiene problemas para dormir a causa del estrés. Pero a pesar de esto, casi el 60% dice nunca haber tomado pastillas para dormir porque prefieren recurrir a otras prácticas (que no siempre funcionan).1. Evitar dormir con mascotas: aproximadamente el 63% las personas que comparten la cama con sus mascotas duermen mal, según señala The Sleep Matters Club. Es recomendable mantener a las mascotas alejadas del lugar de descanso porque además se genera un problema de sueño para ellos también.
2. Consumir colaciones que induzcan el sueño: Consumir cafeína o alcohol antes de dormir es un error ya que la cafeína es un estimulante, que en determinadas dosis puede bloquear los neurotransmisores del sueño causando insomnio. El alcohol, por su parte, es engañoso porque es cierto que a muchos les facilita el sueño, pero el problema real es que reduce la fase MOR (de movimiento ocular rápido o REM, por sus siglas en inglés), que es el sueño más profundo donde se dan las ensoñaciones o representaciones oníricas. La solución es consumir colaciones que contengan triptófano: el cuerpo necesita de este aminoácido para producir serotonina y melatonina, la hormona que controla el ciclo de sueño. Algunos elementos ricos en triptófano son por ejemplo yogurt, leche, bananas y huevos.
3. No intentar "ponerse al día con el sueño": es un error conceptual muy común. Se suele pensar que si se duerme poco esas horas perdidas pueden recuperarse después, pero lo cierto es que no necesariamente generan un balance correcto. En la mayoría de los casos con dos o tres noches de buen sueño alcanza para regular el organismo después de mucha privación de sueño.
4. No posponer la alarma a la mañana: el tiempo de sueño que se obtiene después de esa opción es un sueño fragmentado y por ende de mala calidad. Se prepara al cuerpo para un nuevo ciclo de sueño que no va a completarse generando fatiga para el resto del día.
5. Alejar la televisión de la habitación: Mucha gente opta por dejar la tele prendida como ruido de fondo para quedarse dormido. Pero el ruido de fondo en realidad atrasa el momento de dormir disminuyendo la calidad de sueño. En realidad, es preferible evitar todos los dispositivos electrónicos porque la luz azul que emiten reduce la producción de melatonina ya que engañan a la mente sobre que es de día. En caso de necesitar un acompañamiento para dormir siempre es preferible la radio.
6. Relajarse: despejar la mente del ajetreo del día es muy importante para descansar. Algunas actividades que ayudan en esta tarea son: leer un libro, elongar, meditar o hacer yoga, principalmente porque preparan el cuerpo para dormir. Aromatizar el ambiente también es importante: una buena opción es la lavanda o el aceite de árbol de té, porque son aromas tranquilizantes. Se recomienda rociar unas gotas sobre las sábanas.
7. Estar cómodos: es fundamental verificar el colchón, porque muchas veces es el responsable de dolores y molestias. También la temperatura tiene que ser la correcta, lo ideal es entre 20 y 25 grados centígrados.
8. Cenar temprano: irse a dormir con el estómago lleno dificulta el descanso. Es preferible una cena liviana y sana que sea temprano. Además, se puede incorporar tés herbales relajantes o suplementos de melatonina y raíz de valeriana, que son inductores naturales de sueño.
Un buen sueño no sólo se trata de quedarse dormido. Descansar correctamente depende estrictamente de la concreción del ciclo de sueño y todas sus etapas, que dura aproximadamente 90 minutos y se produce entre cuatro y cinco veces por noche:
- En primer lugar, en los primeros minutos de sueño no se está completamente dormido o despierto. Suelen estar acompañados de espasmos musculares y es donde se da la conocida sensación de caer al vacío.
- Luego, durante aproximadamente 20 minutos se da el inicio propiamente dicho del sueño, donde se empieza a perder conciencia de los alrededores, baja la temperatura corporal, se regula la respiración y el ritmo cardíaco, además de que pueden darse sueños cortos y simples.
- A continuación emerge la primer etapa de sueño profundo, se combinan ondas cerebrales lentas y rápidas dificultando la tarea de despertar a una persona de este estado.
- En la segunda etapa de sueño profundo se relajan los músculos, baja la presión sanguínea ya que predominan las ondas cerebrales lentas. Es la famosa etapa donde se produce el sonambulismo o donde los niños orinan la cama.
- Por último, la quinta fase, la fase MOR (sueño de movimiento ocular rápido o REM, por sus siglas en inglés), es la fase de sueño más profunda, llamada así porque los ojos se mueven de un lado a otro debajo de los párpados. En este punto el cuerpo está totalmente inmóvil a causa de la inactividad de los músculos pero el cerebro está activo, es por eso que ahí suceden los sueños más "bizarros" con historias más detalladas y más fáciles de recordar al despertar.
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